La osteoporosis es la afección en la que los huesos se debilitan y se vuelven frágiles, apareciendo como consecuencia un aumento del riesgo de fracturas. Las fracturas osteoporóticas ocurren por un trauma mínimo o incluso sin él, y los sitios afectados con mayor frecuencia son la cadera, la muñeca o la columna vertebral.
Las mujeres tienen osteoporosis con mayor frecuencia.
A medida que avanza la edad, también aumenta el riesgo de padecerla.
Existen factores de riesgo para osteoporosis, entre los que se incluyen:
- Antecedentes familiares
- Edad.
- Estado nutricional.
- Tabaquismo
- Exceso de alcohol
- Uso de esteroides y medicamentos que interfieren en el proceso de reconstrucción ósea, como anticonvulsivantes y otros utilizados en el cáncer de mama y de próstata, por ejemplo.
- Afecciones médicas, como celiaquía, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad renal o hepática, cáncer, lupus, mieloma múltiple, artritis reumatoidea e hipertiroidismo, entre otras.
¿Cómo sé si tengo osteoporosis?
La osteoporosis por lo general no manifiesta síntomas hasta que ocurre la primera fractura. Puede haber dolor de espalda, pérdida de altura o alteración de la postura si hubo aplastamiento de alguna vértebra.
Para confirmar la osteoporosis debe realizarse la Densitometría Mineral Ósea, acompañada de análisis que valoren el metabolismo del calcio, entre otros.
Una densitometría normal o en rango de “baja masa ósea” u “osteopenia”, no descarta alteración en la calidad ósea y riesgo de fractura aumentado.
La densitometría permite diagnosticar pérdida ósea y osteoporosis, pero también sirve para predecir el riesgo de fracturas óseas en el futuro y monitorear la respuesta al tratamiento en caso de que lo hubiere.
Las radiografías de la columna vertebral o de la cadera permiten mostrar fracturas o aplastamientos vertebrales pero no son muy precisas para predecir si hay osteoporosis o no.
¿Se puede prevenir la osteoporosis?
A lo largo de todas las etapas de la vida se pueden tomar una serie de medidas para mantener una adecuada salud ósea:
Dieta saludable y rica en calcio: puede ayudar a prevenir la pérdida ósea y a fortalecer los huesos débiles. Los alimentos con más aporte de calcio son los lácteos, las semillas y los frutos secos.
Exposición solar: Se recomiendan15 minutos diarios para mantener óptimos niveles de vitamina D.
Tabaquismo: evitar el hábito de fumar es fundamental para mantener huesos saludables.
Actividad física: juega un papel clave y debe recomendarse siempre, adecuándose a las capacidades individuales. En el caso de los adultos mayores se deben evitar ejercicios de alto impacto y aquellos que representen riesgo de caídas.
