Sobre tu enfermedad - Qué es “el reuma” ?

La palabra reuma se halla fuertemente arraigada al lenguaje cotidiano y la gente suele utilizarla para describir malestares varios en huesos o articulaciones. Proviene del griego “rheos” que significa “sustancia que fluye”. Galeno en el siglo II D.C pensaba que el reuma era consecuencia del flujo de un 'humor' desde el cerebro hacia las articulaciones. El “reuma” no es sinónimo de una sola afección, y puede, en realidad, deberse a más de 200 enfermedades que, en su mayoría son progresivas si no se recibe tratamiento. La especialidad médica que se dedica a prevenir, diagnosticar y tratar a personas con enfermedades reumáticas es la Reumatología. El reumatólogo recibe capacitación y desarrolla habilidades para detectar y tratar a quienes sufren afecciones en músculos, huesos, articulaciones y tejidos vecinos, pero también a quienes padecen enfermedades autoinmunes sistémicas o colagenopatías. Las afecciones más conocidas son: el dolor lumbar o lumbalgia, la artrosis, la fibromialgia, la artritis reumatoidea y la osteoporosis.

Quién puede enfermarse? 
Se tiene el prejuicio de que las enfermedades reumáticas afectan solo a la gente mayor. Pero de esas 200 enfermedades es importante conocer que muchas pueden afectar a los niños, a adolescentes y a adultos jóvenes también. Se ha profundizado mucho en el conocimiento científico de cada una de esas enfermedades y su distribución por edades. A tal punto puede afectar en la infancia que existe la especialidad de Reumatología
Pediátrica.  Las enfermedades reumáticas son la mayor causa de enfermedad en el mundo, teniendo mucha influencia cuando progresan en la calidad de vida.  

Cómo se hace el diagnóstico? 
En general, las enfermedades reumáticas pueden manifestarse como dolor muscular, articular, en los huesos o los tejidos que los rodean. Si bien el dolor no es el único síntoma, sí es el que alerta a quien lo padece y suele motivar la consulta al médico. Puede aparecer inflamación, pérdida de fuerza, limitación de los movimientos, deformidad, sensación de rigidez, fatiga, etc. Para ayudar al diagnóstico clínico se pueden solicitar análisis de sangre y orina, radiografías, ecografía Power Doppler, tomografía o resonancia de la región afectada. Existen estudios más específicos como la densitometría ósea, la centellografía, electromiografía, etc. No tiene sentido
pedir estudios “por las dudas”. Cada enfermedad reumática tiene su forma de diagnóstico y la solicitud de exámenes de laboratorio o de imágenes dependerá de la existencia o no de síntomas, antecedentes familiares y personales. 

Cómo se tratan? 
Si bien la mayoría no tiene cura, ha habido grandes avances en el tratamiento de estas enfermedades. Es muy relevante entablar consenso entre el médico y el paciente
porque a veces son muchas las recomendaciones: cambios de hábitos, ejercicios de rehabilitación, tratamientos de fisioterapia, apoyo psicológico, terapia ocupacional, vacunación, etc.  

Existen medicamentos que disminuyen la velocidad de progresión, la frenan o llevan a la remisión (es decir, que la enfermedad “se duerma”), los que sirven para el manejo adecuado del dolor y la inflamación son variados. Todos requieren control y seguimiento médico cuando se consumen a largo plazo. Los pacientes con enfermedades autoinmunes sistémicas suelen requerir medicamentos que modifican la inmunidad asociados o no con corticoides, etc.